El Real Madrid encadenó su quinta victoria consecutiva y tercera en esta semana ante el Covirán Granada (62-82) después de vencer sus respectivos compromisos en Euroliga. Los de Chus Mateo sufrieron en la primera mitad, pero los líderes de la Liga Endesa demostraron el por qué son los mejor clasificados. El ambiente era inmejorable en el Palacio de los Deportes, pero el conjunto blanco certificó el pase como cabeza de serie para la Copa del Rey de Badalona del próximo mes.
El partido comenzó y, cómo no, Tavares ya empezaba a hacer de las suyas desde el primer minuto del partido. Con ocho puntos y cinco rebotes en el primer cuarto, el caboverdiano ya daba signos de su poderío tanto ofensivo como defensivo en la pintura. Los de Chus Mateo recibieron una buena carta de presentación de un Covirán que no le perdía la cara al encuentro y no permitía a los blancos marcharse en el marcador.
El segundo cuarto fue más de lo mismo para ambos equipos. El Granada, con su pabellón repleto animando a su equipo y comandado por Christian Diaz, que se fue al descanso con 11 puntos, permitieron a los locales mantenerse en el partido en la primera mitad. No obstante, el Real Madrid – pese a su problemas en el tiro exterior- fue poco a poco, con su típico martillo pilón haciendo brecha en el marcador. Y no fue hasta la última jugada de la primera mitad hasta que no colocaron la máxima distancia en el luminoso. 24-32 fue el resultado al descanso, aunque no hizo justicia a lo vivido en el Palacio Municipal de los Deportes de Granada.
Pero fue el inicio del tercer cuarto cuando los locales volvieron a meterse en el encuentro más que en ningún momento. Un parcial de 7-0 en los dos primeros minutos, redujeron la distancia a tan solo un punto. Fue entonces cuando el Real Madrid tuvo que volver a ponerse el mono de trabajo (especialmente en la pintura) para volver a poner tierra de por medio. En un visto y no visto, el parcial inicial quedó en un olvido para volver a alejarse en el marcador. A pesar de ello, el Granada seguía peleando y haciendo sufrir al líder de la competición.
Y ya fue en los últimos 1o minutos cuando los de Chus Mateo rompieron el encuentro. Los jugadores blancos sacaron la efectividad a pasear, lo que le permitió marcharse en el marcador y abrir la máxima diferencia del encuentro. Mucho Musa, mucho Tavares (15 puntos y 10 rebotes) y mucho Real Madrid en los últimos minutos del partido para un Granada que finalmente no pudo recortar la distancia para meter un susto en el cuerpo a los blancos.